miércoles, 28 de octubre de 2015

Plática de Experto: Vida Cristiana - P. Evaristo Sada

El P. Evaristo Sada nos compartió una plática sobre Vida Cristiana. Nos ayudó a comprender que seguir a Cristo es una integración de varia dimensiones: doctrina, moral, vivencia y amistad con Dios, no algo fragmentado o a partir de una sola dimensión. 

"La vida cristiana es la vida de Cristo en mí".

Nuestra vulnerabilidad nos lleva a la búsqueda de Dios. Somos hijos de Dios y nos ama incondicionalmente. Necesitamos su misericordia.  

Nos invitó a reflexionar en esta verdad tan grande y contundente: El mismo espíritu que resucitó a Jesús, habita en nosotros y debemos dejar que viva en nosotros.

Les compartimos algunas fotografías de la plática:








lunes, 26 de octubre de 2015

MENSAJE PARA REFLEXIÓN: EL TRABAJO - Laborem Exercens (Juan Pablo II)

El mensaje para reflexión de esta semana, es un fragmento de la CARTA ENCÍCLICA LABOREM EXERCENS DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II, sobre el trabajo y su importancia. 

Al respecto, compártenos: ¿qué opinas de este fragmento?, ¿cuál es la importancia que tú le das a tu trabajo?, ¿de qué manera te permite trascender?, ¿a través del trabajo has tenido vivencias que te han marcado como persona y te han ayudado a crecer y desarrollarte?

Fragmento de Laborem Exercens (Juan Pablo II):

“Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano, contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la incesante elevación cultural y moral de la sociedad en la que vive en comunidad con sus hermanos. Y «trabajo» significa todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias; significa toda actividad humana que se puede o se debe reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de las que el hombre es capaz y a las que está predispuesto por la naturaleza misma en virtud de su humanidad.

Hecho a imagen y semejanza de Dios en el mundo visible y puesto en él para que dominase la tierra, el hombre está por ello, desde el principio, llamado al trabajo. El trabajo es una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas, cuya actividad, relacionada con el mantenimiento de la vida, no puede llamarse trabajo; solamente el hombre es capaz de trabajar, solamente él puede llevarlo a cabo, llenando a la vez con el trabajo su existencia sobre la tierra. De este modo el trabajo lleva en sí un signo particular del hombre y de la humanidad, el signo de la persona activa en medio de una comunidad de personas; este signo determina su característica interior y constituye en cierto sentido su misma naturaleza”.

REFLEXIONES



Mercedes Karam:

El trabajo es, ante todo, un medio grande de perfeccionamiento personal.

No hay cosa que se mire con más desdén en la sociedad que la pereza, la apatía, la holgazanería, el aprovecharse de los demás y liberarse de una ley como la del trabajo, que nos obliga a todos.

Entregarse al trabajo para aportar mayor bienestar a la familia o tener para dar más a los miembros de la sociedad que están

Necesitados.

La experiencia que en lo personal he tenido al trabajar, es muy gratificante, ya que he tenido por medio de él, la oportunidad de aprender, de superame, de dar a los demás lo mejor de mí, de aportar siempre con mi ejemplo lo positivo el entusiasmo, las ganas de seguir, y sólo el trabajo, te mantiene en ese nivel, activo, productivo, por eso a trabajar con alegría siempre, y darle gracias a la Divina Providencia, por darnos cada día trabajo, porque con eso y salud no nos falta nada.


Emilio Dávalos:

Muy padre el fragmento. Siento que el hombre en su trabajo diario no solo construye edificios, puentes o proyectos, si no tambíen va construyendo su propia vida en el proceso, el mismo trabajo forma al hombre pieza a pieza, es lo que se va a quedar después de el, parte de su legado. La civiliazción se ha contruido por el trabajo en conjunto de las personas, contribuir en el trabajo diario permite crear nuevos cimientos a la humanidad. “Elije un trabajo que te guste y no tendras que trabajar un solo día de tu vida” - Confucio

Paty Lecuona:


Me permito externar algunos comentarios sobre la bella reflexión que nos haces llegar:

Para mí  el quehacer de todos los días, la dedicación de mi tiempo es la oportunidad para crecer como persona, es la fuente de realización y de sentido de vida. El trabajo en la oficina, el trabajo en casa, el ir y venir para atender las necesidades familiares y de amigos, son los aconteceres que alimentan mi espíritu y me hacen muy feliz.

En el análisis de los motivos por los cuales el trabajo es una bendición es porque nos da la oportunidad de relacionarnos y amarnos unos a  los otros. Qué padre o madre de familia no valora la fuente de sus ingresos que les permite satisfacer las necesidades familiares? Y si además en esa actividad encuentra su crecimiento y medio de realización a través del servicio a sus semejantes, ¡! Mejor aún  ¡!

Gracias por la invitación a la reflexión y valoración de algo tan importante en nuestra vida, el trabajo.

Areli Sánchez:


“Contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica”. Esta parte me llamó la atención debido al frecuente intento de polarizar la religión y la ciencia. Aquí vemos que el mismísimo Papa es quien pide desde 1981 que contribuyamos a la ciencia y a la técnica. Pero no se puede dejar de lado que “sobre todo” debemos contribuir a “la incesante elevación cultural y moral de la sociedad”. La elevación cultural y moral de la sociedad, es que esto suena mucho a lo que hacemos en conjunto dentro de esta universidad ¿no les parece?

“El trabajo es una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas”. Es por medio del trabajo que “llenamos nuestra existencia sobre la tierra”. Pues me parece que tienen razón quienes aseveran que debemos amar nuestro trabajo, pues es a través de éste que llenamos nuestra existencia. Mi trabajo siempre ha sido importante para mí (en dónde y con quién trabajo, cuáles son los objetivos de la empresa en la que trabajo), pero no me había percatado de la trascendencia que tiene en nosotros como personas y que la misma Iglesia señala.

Virginia Franco 

Es cierto que sólo los hombres somos capaces de trabajar, el mantenernos con vida no es trabajo, es lo que cada quien le agregamos a éste, lo que nos permite añadirle un plus; depende mucho de nuestro interior, el hacerlo con el mayor gusto y dedicación posible, el sentir que lo estamos haciendo con amor y entrega, es gratificante y se refleja al 100% con nuestra naturaleza propia, es tan individual como cada quién somos, no hay otra persona igual a nosotros, así tampoco hay quién haga el trabajo como nosotros, con nuestra particularidad, y no sólo me refiero a la oficina, a la casa, al cuidado de nuestras familias, etc… 

Exposición de arte sacro: Íconos bizantinos de Mónica Serrano

El 23 de octubre asistimos a la conferencia y exposición guiada de Mónica Serrano: Íconos Bizantinos.

La artista nos habló sobre los orígenes de los Íconos en Oriente y su significado. Nos habló de la técnica al temple y de los simbolismos del arte bizantino.

Les compartimos algunas fotografías del evento. Muchas gracias a los asistentes.




































jueves, 22 de octubre de 2015

Reflexión de la semana del 19 al 23 de Octubre

La hipocresía juega con las medias tintas.

En la homilía del viernes 16 de octubre, el Santo Padre advierte sobre la actitud farisea que nunca llegará a la luz de Dios
Por Redacción (tomado de Zenit.org, edición de noticias en línea del 18 de octubre de 2015)
Ciudad del Vaticano, 16 de octubre de 2015
Es necesario rezar mucho para no dejarse contagiar por el “virus” de la hipocresía, esa actitud farisea que seduce con las mentiras estando en la sombra. Es la solicitud de Jesús que el papa Francisco ha invitado a acoger, al comentar el Evangelio del día en la homilía de la misa celebrada este viernes por la mañana en Santa Marta.
El Santo Padre ha advertido que la hipocresía no tiene un color porque juega con las medias tintas. Se insinúa y seduce en “claroscuro”, con “la fascinación de la mentira”. De este modo, el Pontífice ha reflexionado sobre la escena del evangelio destacando la advertencia de Cristo a los suyos: “Cuidado con la levadura de los fariseos”. La levadura es una cosa pequeñísima, ha observado, pero por como habla Jesús es como si quisiera decir “virus”. Como “un médico” que diga “a sus colaboradores” poner atención a los riesgos de un “contagio”.
Y Francisco lo ha explicado así: “la hipocresía es esa forma de vivir, de actuar, de hablar, que no es claro. Quizá sonríe, quizá está serio… No es luz, no es tiniebla… Se mueve de una forma que parece no amenazar a nadie, como la serpiente, pero tiene el encanto del claroscuro. Tiene ese encanto de no tener las cosas claras, de no decir las cosas claramente; la fascinación de la mentira, de las apariencias”. El Papa ha recordado que Jesús decía a los fariseos hipócritas que “estaban llenos de sí mismos, de vanidad, que a ellos les gustaba pasear en las plazas haciendo ver que eran importantes, gente culta…”
Tal y como ha explicado el Santo Padre, Jesús aseguró a la multitud “no tengáis miedo” porque “no hay nada cubierto que no sea desvelado, ni secreto que no sea revelado”. Y ha precisado que esconderse “no ayuda” aun si “la levadura de los fariseos” llevaba y lleva a “la gente a amar más las tinieblas que la luz”…

La verdadera fe es la respuesta. 

La hipocresía puede venir en muchas formas,  no se trata solamente de fingir creencias, sino también actitudes, sentimientos, etc. Utilicemos la regla de oro “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” y tornémosla en acción: “Haz a los demás lo que quieras que te hicieran a ti”.

¿A quién no le gusta recibir una sonrisa, un “buenos días”, un comentario positivo? Así podemos ayudar a construir un clima de benevolencia a nuestro alrededor. ¡Hagamos la prueba!


Reflexiones

Luis Manuel González Rosas

Como bien indica la pregunta que se planteó, debemos concentrarnos en lo que podemos hacer nosotros mismos para con los demás, sin caer en la hipocresía, para esto, es importante observar que la hipocresía está basada principalmente en el miedo, miedo a perder, miedo a no conseguir, miedo a no pertenecer, y justamente este miedo limita nuestra libertad de ser, nuestra plenitud espiritual, nuestra voluntad real. Una vez entendido esto, practicar la aceptación, pero también el seguir a nuestro espíritu de superación sin sobreponerlo a la dignidad de las demás personas, nos ayudará a ofrecer un “yo” auténtico, honesto, y en este escenario, cualquier acto de bondad no será más que otra forma de manifestar nuestra plenitud, y de compartir nuestra felicidad.

Mercedes Karam Trad

“No hagas a los demás, lo que no quieres que te hagan a ti”

Tratar como quieres que te traten, no hacer lo que no te gustaría que te hagan distintas formas de expresar lo mismo; un principio básico para la vida, ya sea en la práctica laboral, en tus relaciones personales y sociales, si tratas como quieres que te traten, con igual aprecio, respeto mutuo… El mundo sería un lugar mejor para vivir.
Si tomamos La Biblia se nos manda a “amar al prójimo como a nosotros mismos”, Platón decía: “Que me sea dado hacer a los otros lo que yo quisiera que me hicieran a mí”, Confucio: “No hagas a otro lo que no te gustaría que te hicieran”. En el cristianismo: “Todas las cosas que quisierais que los hombres hicieran con vosotros, así también haced vosotros con ellos”, Benito Juárez: “El respeto al derecho ajeno es la paz”, Mahatma Gandhi: “No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia”, Juan Pablo II: “El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad” y podríamos citar tantas otras.


Sea por falta de auto estima, por desconocimiento, egoísmo o arrogancia cuantas veces pasamos por encima de los derechos de los demás y vemos frustradas nuestras emociones cuando alguien atropella los nuestros, que tan fácil olvidamos que todos tenemos el mismo valor.

Si quieres que te sonrían, solo debes sonreír, si quieres respeto solo debes respetar, haz un ensayo, comienza ya no quieres que te quiten el parqueo no le quieres el de tu vecino, no te gusta tomen tu turno, simple no se lo quites a otro, respeta al conductor ese también es tu prójimo (como me gustaría que los choferes de guagua lean esto)
Tratar a los otros implica una actitud y una emoción hacia la otra persona. También sugiere que debería tratar de ponerme en el lugar del otro. Sentir lo que él siente. Si hacemos eso correctamente, el corazón, el intelecto y la acción van juntos y dejan poco espacio a la hipocresía. 

Fabiola Torres Adame

A veces la hipocresía se va convirtiendo en una forma de sortear dificultades, o de ocultar lo que realmente pensamos y sentimos para evitar un momento desagradable, para no lastimar a los demás o para permanecer en determinado contexto. Sin embargo, con el paso del tiempo el daño que causa es mayor porque cada vez es más difícil tratar y que nos traten con honestidad, porque nos volvemos una maraña de medias verdades y muy susceptibles a ello.

Por lo anterior, a veces la honestidad, el hablar y actuar de frente, sin fariseísmos, resulta un arte. Se debe buscar el momento apropiado, las circunstancias apropiadas y el tono adecuado para cada persona. Debemos tener la disposición para actuar sin hipocresía, pero al mismo tiempo, la apertura para aceptar que nos traten sin de igual forma. Debe ser recíproco o lejos de resultar favorable, se puede convertir en un círculo vicioso.

Tal vez un buen ejercicio a realizar, es que a lo largo de un día analicemos la honestidad de nuestras acciones, y si descubrimos alguna hipocresía, identificar por qué fue, qué quisimos evitar, qué estuvo mal de ese acto, cómo podemos revertirlo o evitarlo. Siendo conscientes de lo que podemos mejorar, hay más probabilidades de dejar el fariseísmo. 


Virginia Franco Parkman

Buenos Días!!!

Me encantó!!! Es nuestro día a día.  Siempre es importante este tipo de reflexiones para la vida diaria. Yo en lo personal, trato de dar una bienvenida al día cada mañana con los demás, y conmigo misma por supuesto. Muchas veces el transmitir mensajes de esperanza  a los demás, actitudes positivas, es enriquecedor para ellos, y sobre todo para uno mismo “Aunque usted no lo crea”. A mí no se me da eso de ser hipócrita con los demás, trato de dar lo mejor de mí misma aunque no todos lo valoren; pero decir o hacer cosas que no siento por quedar bien, no se me da, prefiero estar calladita y bien portada (sin hacer daño).

martes, 13 de octubre de 2015

La anorexia espiritual
La vida de oración
¡No te conformes! ¡No te acomodes en tu vida espiritual! Todo empieza por una distancia pequeña, y después podremos llegar a negarle, como le pasó a Pedro.

Por: Viviana Venegas | Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/58495/la-anorexia-espiritual.html
Una de las partes que más me impacta del relato de La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo es el momento en que a Jesús lo prenden, cuando sus discípulos huyen, antes de las negaciones de Pedro. Pero más específicamente, la siguiente parte: “Pedro le seguía de lejos” Mateo 26, 58.

¡Pedro le seguía de lejos! ¡Qué fuerte! Después de esto lo negó tres veces. Y ¿cómo no? Si le seguía de lejos… Estoy segura que mirando hacia atrás en sus vidas, más de uno de ustedes se ha hecho alguna de estas preguntas (o parecidas a éstas) en cualquier ocasión: ¿Desde cuándo me volví así de indiferente? ¿En qué momento me dejé engordar tanto? ¿Cuándo se dañó tal o cual amistad? ¿En qué momento se enfrió nuestra relación (novio, amigos, familia, etc)? Y la más importante…. ¿En qué momento me alejé tanto de Dios?

La respuesta a esta última pregunta es: en el momento en que, al igual que Pedro, le empezaste a seguir de lejos. Y ¿sabes por qué? Porque en la distancia que permitiste que se diera entre tú y Cristo cabe cualquier cosa. Nada de lo anterior pasa de un momento a otro, todo viene sucediendo, solo que nos damos cuenta cuando ya hemos llegado al límite.

¿Por qué de repente empezamos a seguir a Cristo de lejos? Pueden existir muchas razones, entre ellas:
·         Porque no estamos dispuestos a identificarnos completamente con Él.
·         Por respeto humano (miedo al “qué dirán”).
·         Por no estar dispuestos a renunciar a cosas del mundo que no son compatibles con Dios.
·         Porque no hemos renovado ese primer amor.
·         Por el desánimo.
·         Por la soberbia que produce desesperanza por “no entender las cosas de Dios”.
·         Porque hemos estado ocupados con los quehaceres de la vida, no tenemos tiempo.

Si bien existirán muchas más razones, quiero hacer énfasis en esta última: no hay tiempo, estoy ocupado(a), lo he dejado pasar…
Por esta razón he querido escribir de la anorexia espiritual. Todo empieza por una dieta de oración, de sacramentos, de actos de piedad, de servicio… Una dieta que poco a poco va debilitando el alma, pues no está recibiendo su alimento. Una dieta que se potencializa con la prisa del día a día y las preocupaciones que invaden nuestra mente. Una dieta que al final puede convertirse en lo que yo llamo la anorexia espiritual.

Cuando esto sucede ya no hay fuerzas para nada: para rezar, para identificar los millones de detalles que Dios tiene a diario con nosotros, para amar… Y es inevitable, pues desde hace un tiempo no te has alimentado. ¿Cómo te van a quedar fuerzas, ánimos, ilusiones?

Ojo con enfriarnos. Como dice un muy buen amigo: la mediocridad es una lepra que consume el alma… Estamos en la capacidad de alzar bandera roja cuando nos sintamos así. Y ¿sabes qué? Dios es el primer interesado en mandarnos rescatistas, no uno, sino los que sean necesarios. Él nos invitó a seguirle de cerca. Venimos de Él y estamos hechos para volver a Él. Cristo lucha a cada instante por ganar un espacio en nuestra vida para así llegar a lo que siempre ha soñado: mantener una relación íntima con cada uno de nosotros. Una relación que no es intermitente, que no tiene “peros”, que no varía según mi estado de ánimo… Una relación y una entrega total, porque es lo mínimo que Él se merece, y porque es lo único que nos va a llenar en plenitud.

¡No te conformes! ¡No te acomodes en tu vida espiritual! Todo empieza por una distancia pequeña, y después podremos llegar a negarle, como le pasó a Pedro.

“El ataque tiene muchas más probabilidades de éxito cuando el mundo interior del hombre es gris, frío y vacío…. De hecho, el camino más seguro hacia el Infierno es el gradual.” – C.S Lewis, Cartas del Diablo a su sobrino.

Puede costarnos muchos años construir una vida espiritual y solo basta un instante para echarla a perder. Por eso es necesario cuidarla como el tesoro más grande, aquél que, como decía San Pablo, llevamos en vasijas de barro.

“Si los pulmones de la oración y de la Palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, nos arriesgamos a ahogarnos en medio de las mil cosas de todos los días. La oración es la respiración del alma y de la vida” – Benedicto XVI

Reflexiones

Areli Sánchez:

Es muy cierto, debemos desarrollar permanentemente cada uno de los aspectos que nos constituyen como seres humanos. Sólo que, al parecer, nuestra parte espiritual es la que más abandonamos. La constancia es la clave para una vida plena; sólo con ella podemos llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio, conservar nuestras amistades, actualizarnos en nuestro campo de trabajo. Pero ¿cuántas veces nos proponemos decidimos ser constantes con nuestro crecimiento espiritual? ¿Hasta dónde nos permitimos llegar antes de darnos cuenta de esta “anorexia espiritual”? Esta mensaje me hace recordar que también debo alimentar y ejercitar mi espíritu.

María Eugenia Nuñez:


Al hacer esta reflexión pienso que efectivamente por habernos alejado tanto de la   Oración han pasado tantas catástrofes en el mundo al grado que el Papa Francisco ha dicho que estamos viviendo una “tercera Guerra Mundial”.


Debemos acercarnos más a El por medio de la Oración  y día a día tener más conciencia en ayudar a todas las personas que podamos y dejarnos de estar envidiando al de alado ya que al final de nuestras vidas solamente nos llevamos la satisfacción de haber contribuido con un granito de arena para que el mundo sea mejor.

Mercedes Karam:


Así es,  simplemente,  sin muchas palabras.” La oración es el alimento del alma “, y  muchas veces nos alejamos, porque no queremos que nos exijan demasiado, el que quiere seguir a Jesus realmente, no es fácil cuesta trabajo, porque lo bueno cuesta y mucho.


Abrámonos a él, que no nos dé miedo, no dejemos enfriar nuestra amistad con él, que es lo más grande e importante que tenemos, nada más, todo es pasajero, es nuestra única verdad.


Guadalupe Sánchez:

Es muy cierto que nos alejamos de  Dios, por diversos pretextes que siempre anteponemos, aunque no abandonamos la oración, esto es como lo explica el Salmo que hacia Pedro, “lo seguimos de lejos”.

Para evitar esta anorexia espiritual, no hay que alejarnos del poder que tiene la oración en cualquier momento, el agradecimiento por todo lo recibido y sobre todo por lo NO recibido, ya que Dios es perfecto y sabe porque no tenemos lo que deseamos sino lo que es indispensable para logar la misión que ha destinado para  cada uno de nosotros, como lo hizo cuando Pedro lo negó en 3 ocasiones.

Fabs:


Siempre me ha llamado mucho la atención esta triple negación de Pedro. Trato de imaginar el temor, la angustia, la duda que debió sentir y que lo impulsó a ello. A veces así nos sentidos, temerosos de lo que implica reconocer y seguir a Jesús.

Rosa María Arias:


Desafortunadamente en la actualidad existen dos tipos de anorexias: la del trastorno psicológico, en donde la persona rechaza los alimentos, y la anorexia espiritual, en donde el hombre se aleja de la presencia de Dios.  En ambas el proceso es lento y en muchas ocasiones uno no se da cuenta de que ha caído en ella hasta que la enfermedad ya te está consumiendo,  o bien, cuando uno se aleja por completo de los sacramentos y de la Palabra de Dios.

Como dice San Matero 4,4 “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”, creo que es importante que la Palabra de Dios y los sacramentos sean el alimento diario de nuestra alma, para que sustenten nuestro apetito espiritual y nos alimenten con las fuerzas necesarias para vivir cada día tratando de ser mejores para lograr alcanzar la vida eterna. Así mismo, estoy convencida que al estar cerca de Dios tenemos la fuerza necesaria para sortear los malos momentos de la vida.

Miguel Ángel Sánchez:

Pasa muy seguido que la carga de trabajo, los problemas, y muchas cosas más nos abruman y alejan de cosas tan básicas como la simple cortesía de saludar, o decir gracias y sonreír a quien nos sirve o acompaña
Peo es más fácil que nos olvidemos de lo primordial y se den estos efectos.

Cuando esa presión es mas fuerte debemos detenernos y dar un momento a nuestro espíritu y a nuestra relación con Dios . Demonos un tiempo aunque sea mínimo para rezar, lo podemos hacer mientras manejamos o viajamos en camión, usemos esos pequeños tiempos que tenemos para hacer algo, meditar , platicar con Dios, pedirle apoyo y fortaleza, usemos aunque sea los pequños momento que un día de máxima agitación tenemos.

martes, 6 de octubre de 2015

Club de Lectura: Cuentos de O. Henry ( La última hoja y El regalo de los Reyes Magos)

El 6 de octubre nos reunimos para compartir una reflexión sobre dos cuentos de O. Henry, a propósito de dar, de donarse a los otros con amor.

Les compartimos las fotos de la sesión:


Todo empieza por el café y las galletas...



Que comience la reflexión... (Maru, Erika, Haydeé)




Se suma Dario... ¡bravo!



Vamos cerrando... (Maru, Fabs, Haydeé)










En resumen:

Tenemos una necesidad de dar sentido a nuestra vida, y eso lo podemos encontrar en el desarrollo de nuestra espiritualidad.Seamos un ejemplo de reflejo de luz, seamos un faro que alumbra a los demás.

Haydeé: ¿Realmente qué es donarse? No es lo mismo hacerlo porque sí, sin un sentido, es algo más profundo e importante.

Darío: Así como recibimos la luz de la Luna y del Sol, decidamos cuánta luz estamos dispuestos a dar de nosotros mismos.

Erika: La capacidad que tienes para dar, poco o mucho, puede ser significativa o trascendente para los demás.

Maru: (Gaudium Et Spes): “En nuestra época principalmente urge la obligación de acercarnos a todos y de servirlos con eficacia cuando llegue el caso".

Fabs: Estar atentos  a la ocasión de darse y hacerlo con el corazón.

Vicky: (Enviada por correo): "En realidad han sido dos cuentos sencillos pero muy hermosos.
Ambos destacan el AMOR por encima de todo, como es tan fácil darse cuando uno no mide las consecuencias y simplemente quiere hacer feliz a su semejante, poder hacer algo por los demás.

En el primer cuento el anciano pintor dio su vida sin saberlo para darle un rayo de esperanza a la muchachita enferma; en el segundo cuento, la pareja es capaz de darle su más preciado tesoro para hacer feliz al otro.
Eso es lo más encantador de la vida, el poder dar AMOR, actuar en consecuencia con la bondad en el corazón, nunca ceder a hacer una buena acción, por pereza, por desidia, bla…. Es mejor ser nosotros mismos vertiendo amor, esperanza y paciencia a los demás".

lunes, 5 de octubre de 2015

El poder de un Ave María (mensaje para reflexión)

Era una mañana soleada.
Las montañas del Tirol se mostraban especialmente bonitas en aquel día de primavera. La nieve ya estaba casi toda derretida, pero los picos blancos centelleaban todavía bajo los rayos del sol.

El Padre Hans había terminado de celebrar su misa matutina y se preparaba para la catequesis de los niños.

Seleccionaba la materia, consultaba los libros y escogía algunas estampas para premiar a los niños más aplicados, momento que más agradaba a todos ellos en la clase. Encontró una linda estampa de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y la separó para quien supiese responder a la pregunta más difícil. En ese momento entró el sacristán, diciendo apesadumbrado:

— Padre Hans… Acaba de llegar la hija de la Sra. Binzer, con la noticia de que su madre está muy mal, tal vez en sus últimos momentos, y le pide que le lleve el Viático. Pero no puedo acompañarle porque hoy es el día libre del secretario de la parroquia, y alguien tiene que cuidar de la iglesia.

— No te preocupes, Rolf, ya he estado varias veces en la casa de la Sra. Binzer y conozco todos los atajos. Saliendo ahora, conseguiré volver a tiempo al mediodía, si Dios quiere.

Sin demora, el buen párroco tomó los Santos Óleos y la teca con el Santísimo, montó a caballo y partió muy recogido. Iba adorando a Jesús Sacramento, que llevaba pendiente de su cuello, envuelto en una bolsa de seda bordada con las iniciales JHS: Jesús Hostia Santa.

¡El camino era bellísimo! Las flores ya se habían abierto, el arroyo fluía suavemente, haciendo cantar sus aguas cristalinas, y los árboles, de nuevo cubiertos con hojas, daban al aire de la primavera un frescor muy agradable. Los pájaros cantaban y las mariposas parecían bailar delante del caballo, convidando al sacerdote a un paseo a través de los pinares perfumados.

El Padre Hans observó un poco la belleza del paisaje, glorificando a Dios por esos dones dados al hombre, pero concentraba toda su atención en el Creador de esas maravillas, que llevaba apretado contra su pecho. Así recogido, continuaba su camino en actitud de adoración. Apenas pensó:

— Hace tiempo que no disfruto del aire fresco de ese bosque. A la vuelta voy a aprovechar un poco, y creo que no me retrasaré en mi regreso…

Llegando a casa de la Sra. Binzer, encontró a la enferma muy mal. Se trataba de una piadosa campesina, que siempre participaba en las actividades parroquiales, pero la edad y la enfermedad le habían consumido todas las fuerzas, y ahora preparaba su alma para presentarse ante Dios. Toda la familia estaba reunida alrededor de su cama. Algunos lloraban, y una de las hijas dirigía el rezo de los Misterios Dolorosos del Rosario.

El Padre Hans le administró la Unción de los Enfermos que recibió con plena conciencia y piedad. Pero al darle la Comunión, notó que por un error, había tomado dos hostias. No era habitual en aquel tiempo consumir dos hostias al mismo tiempo, y además la pobre señora casi no las podría tragar. Eso contrarió un poco al sacerdote, pues tendría que devolver de nuevo a la iglesia el Santísimo Sacramento, por lo que debería regresar recogido, en oración, sin poder disfrutar de la primavera en el bosque.

Después de decir a la familia unas palabras de consuelo y esperanza, montó en su cabalgadura y se volvió rezando. Mientras se acercaba al bosque, salió corriendo a su encuentro un joven leñador, gritando de lejos:

— ¡Un sacerdote! ¡Un sacerdote!
Llegando junto al caballo el muchacho le dijo:

— Señor Vicario, mi compañero de trabajo ha sufrido un accidente. Un árbol cayó sobre él. Se está muriendo y lo único que consigue hacer es pedir un sacerdote. ¡Venga pronto señor Vicario! 


El Padre Hans comprendió entonces la razón de haber tomado dos hostias sin darse cuenta. ¡No fue un error! Fue la Divina Providencia que quería venir en ayuda de aquella alma en el momento supremo. El pobre muchacho se confesó con mucho esfuerzo, y recibió su última Comunión.

El sacerdote le preguntó, amablemente, si había hecho algo para merecer una gracia tan grande. El leñador respondió con la voz entrecortada:

— Oh, Padre… cada vez que pasaba un sacerdote llevando el Viático a alguien, rezaba un Ave María rogando a la Santísima Virgen la gracia de no morir sin confesarme y recibir la Sagrada Eucaristía en el último momento de mi vida. Y Ella, como madre que nunca deja de cumplir cualquier petición de sus hijos, me ha dado tal gracia. Que a usted también le ayude cuando llegue su hora.

Luego hizo una profunda inspiración y entregó su alma a Dios. 


A la mañana siguiente el Padre Hans contó lo sucedido a los niños del catecismo, para enseñarles cúal es el poder de un Ave María. Y premió con una estampa de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro a quién supo recitar de memoria esta hermosa parte de la oración de San Bernardo: “Acordaos oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido bajo vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos”…







Reflexiones

Mercedes Karam:

Efectivamente… el tener el hábito de rezar, es maravilloso, ya que el que tiene fe, si sientes que ella y su hijo te escuchan, lo sientes, cuando en una enfermedad, o en algún problema, no sabes por qué,  no te explicas porque te sientes tranquilo, Ella es la   Madre que nos da esa paz que necesita todo ser que se acoge a ella, porque sólo ella nos da esa fuerza que necesitamos, en todo momento… ella también está en nuestras alegrías, porque ella se hace partícipe de ellas.

El tan sólo rezar un ave María, ya podemos ayudar a alguien que quizás ni conocemos, y que necesita de nuestra oración, por eso demos sentido al rosario, es lo más maravilloso que podemos practicar los católicos, nos llena de mucha paz.
Y recordando que éste mes de octubre es el mes del Santo rosario que todos tengamos la oportunidad de sentir esa paz que sólo ella puede dar.

Areli Sánchez:

Lo que me deja este relato es no olvidar que hay un plan divino, que el nuestro no siempre coincide con lo que Nuestro Padre tiene pensado para nosotros y que siempre resulta ser mucho mejor que lo que nosotros queríamos en un principio. Me invita a confiar en Él, en su plan y un su tiempo.

Emilio Dávalos:

Me queda claro que hay que tener una vocación para asistir a una persona en sus últimos momentos, mucho se menciona de todo el amor que se genera al momento de un nacimiento, pero tambien refleja un enorme amor el acompañar a una persona en esos momentos. “Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo” Platón

Vicky Franco:

Me parece importante el poder reflexionar acerca de este relato, tenemos una misión en la vida y a veces el proporcionar un último consuelo a alguien le puede significar todo para estar en paz hasta el final. Una tía mía era un ser privilegiado, tocada por Dios, cuando veía algún herido siempre tenía tiempo para asistirlo, para confortarlo; yo no soy tan valiente, pero si me ha tocado estar con dos personas en sus últimos momentos y a pesar de ser difíciles para uno, siempre se trata de dar todo el AMOR posible para que tengan Paz en su corazón, irse tranquilos, sin arrepentimientos. Ojalá a mí como en el relato, haya alguien a mi lado en mis últimos momentos, que me recuerde lo grande, lo bondadoso, etc… que es Nuestro Señor.