Algunos integrantes han aportado prendas de vestir como un acto de generosidad y solidaridad para quienes más lo necesitan.
“Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo”. Francisco I, Evangelii Gaudium. Espacio de reflexión de la Dirección de Servicios Institucionales y Planeación, de la Universidad Anáhuac.
martes, 26 de enero de 2016
Jornadas de la Misericordia: Vestir al desnudo
Como parte del programa institucional de Jornadas de la Misericordia, a propósito del Jubileo, nos hemos sumado a la actividad de enero para "Vestir al desnudo".
Algunos integrantes han aportado prendas de vestir como un acto de generosidad y solidaridad para quienes más lo necesitan.
Algunos integrantes han aportado prendas de vestir como un acto de generosidad y solidaridad para quienes más lo necesitan.
lunes, 25 de enero de 2016
Herencia espiritual
La herencia
Tomado de Catholic.net (de Ma. Esther De Ariño).
Es
frecuente que nos pongamos a pensar, si algo tenemos, en cómo serán repartidos
esos bienes cuando dejemos este mundo. Bien sabemos que nada nos vamos a
llevar, aunque haya personas que lo deben de poner en duda por el empeño y la
obsesión en acumular fortunas, objetos, joyas, propiedades, etcétera, pero...
aunque no sea mayor cosa lo que poseemos siempre hay una inquietud sobre el
destino de lo que hoy y ahora es nuestro. Naturalmente que, como cosa normal,
será el cónyuge o los hijos los que recibirán ese beneficio. Y pensando en
estas cosas es que hacemos testamento.
Pero he aquí que pensando en esto, se me viene a la mente si
habremos pensado también un poco, en qué herencia y testamento espiritual les
vamos a dejar a nuestros hijos, nietos, esposo o esposa y demás familiares y
amigos que nos rodean.
¿Qué recuerdo les quedará? ¿Qué imagen les dejaremos, de manera indeleble de nuestra persona, de nuestro proceder ante la vida, de nuestra actuación ante los acontecimientos que nos tocó vivir en nuestro corto o largo camino junto a ellos?
Me decía un persona muy querida, agobiada por el vacío y la ausencia que representaba haber perdido al compañero de su vida, en su reciente viudez: "Me estoy muriendo por dentro pero he de darle a mis hijos y nietos el testimonio de mi fortaleza, el ejemplo de que sé acatar la voluntad de Dios, con una sonrisa y con mucho ánimo".
¿Qué recuerdo les quedará? ¿Qué imagen les dejaremos, de manera indeleble de nuestra persona, de nuestro proceder ante la vida, de nuestra actuación ante los acontecimientos que nos tocó vivir en nuestro corto o largo camino junto a ellos?
Me decía un persona muy querida, agobiada por el vacío y la ausencia que representaba haber perdido al compañero de su vida, en su reciente viudez: "Me estoy muriendo por dentro pero he de darle a mis hijos y nietos el testimonio de mi fortaleza, el ejemplo de que sé acatar la voluntad de Dios, con una sonrisa y con mucho ánimo".
¿No
es esto hacer testamento y dejar una herencia más rica que todos los millones
del mundo? El
amor a Dios, la honestidad, la rectitud, la conservación de las tradiciones, el
ser responsable, transparente en la verdad, la educación, la fidelidad para los
seres y las creencias, la fe, el saber perdonar y pedir perdón, la fortaleza en
los momentos de prueba, en una palabra: el amor. Y cuando la vida es difícil y
cuando hay carencias, cuando hay penas, cuando hay enfermedad... ¿no es una
gran herencia poner algo de nuestra vida al servicio de quién lo necesita?
Qué huella tan diferente podemos dejar, al irnos, si hemos sido generosos, no sólo en lo material sino en darnos, un desgastarse poco a poco para que los demás tengan mejor calidad de vida, y que no nos llegue la hora...sin habernos estrenado. Como bien dice J.L. Martín Descalzo: - "Hay personas que se cuidan, se ahorran, se "conservan", van a llegar a la otra vida como un abrigo guardado en el ropero".
Y con esto de la herencia y el testamento pensamos que al correr del tiempo,
mucho tiempo después de que nos hayamos ido, sólo importará y tendrá valor la
herencia de la semilla del bien que dejamos en alguien y que estará germinando,
quizá sin que él o nosotros lo sepamos, pero que será la verdadera herencia y
legado que dará constancia de HABER PASADO POR ESTE MUNDO.
¿Cuál
será tu herencia espiritual? ¿Cómo te gustaría que te recordaran?
Reflexiones:
Mercedes Karam:
No hay nada más hermoso , que poder haber concluido nuestra vida, habiendo cumplido la Misión que nos tocó vivir; y que el recuerdo que les dejemos con los que convivimos, sea según nuestro actos, la paciencia, la caridad, la fortaleza el amor, la entrega, y porque no el orden en nuestras vidas.
Analizando, tantas veces en lo material, siempre he caído en la conclusión, de que nada es tuyo, ni de nadie, por más papel que diga que lo es, porque después de todo, pasa de mano en mano en diferentes tiempos.
¿Cómo te recordarán? Si fuiste bueno, generoso amoroso, o viceversa, así será.
Recordemos ¡De polvo eres y en polvo te convertirás!!!! A cuidar nuestro comportamiento en ésta vida, para ganar la verdadera.
Uziel González Peregrino:
Desde mi punto de vista, nuestra herencia espiritual no debe funcionar al igual que los bienes materiales, donde se plasma en un documento los bienes acumulados y las personas a las que se lo dejaremos. Más bien debe de ser un hábito diario, un ejercicio de apertura donde nuestros actos deben de estar orientados al bien, donde nuestros actos provoquen un cambio positivo, donde nuestros actos se enfoquen a provocar el amor y felicidad de las personas, procurando siempre los principios éticos , morales y cívicos que nos rigen.
Solo de esta manera lograremos dejar una semilla, una huella, una marca positiva de nuestro andar espiritual en este mundo y a diferencia de una herencia de bienes, esta herencia la podemos ir dejando día a día, en cada vivencia, en cada momento de nuestras vidas.
A mí me gustaría simplemente que me recordaran…
Omar Salcedo Ríos:
En mi opinión, a diferencia de una herencia de bienes materiales, que por usos y costumbres son transmitidos principalmente a los miembros de nuestra familia o allegados de la misma para de alguna forma dar protección económica a su futuro; una herencia espiritual nos brinda la oportunidad de trascender en la historia de una forma más profunda y relevante ya que nuestras acciones pueden definir a otros individuos haciéndolo tanto positiva como negativamente. Si pudiésemos tender a actuar basados en verdaderos actos de conciencia como lo explica la reflexión de la semana pasada o “portarnos bien” desde la concepción de la frase que implica “no defraudar a la persona en lo que se espera de ella”; influiríamos en otras personas de forma positiva brindando con esto protección para su espíritu.
Este actuar puede comenzar desde el núcleo familiar pero debe extenderse hacia nuestros prójimos ya que como lo indica la religión católica son nuestros hermanos por lo tanto son también miembros de nuestra familia y herederos;
Que mejor forma que ser recordado que como una persona que se “Portó Bien”
Angélica Salazar:
¿Cuál será tu herencia espiritual?
Mi herencia espiritual. Desde muy pequeña mis padres, me inculcaron hacer el bien y no el mal. Ayudar a quién más lo necesite, creo que esto es maravilloso pues como persona me siento feliz el poder compartir y apoyar a las personas que más lo requiere. Es sin duda una oportunidad que Dios me brinda para crecer como ser humano y espiritualmente. Muchas veces pasamos situaciones difíciles y llegamos a preguntar, ¿para que nacimos? pero debemos entender que los que estamos en Cristo somos seres que estamos dedicados hacer el bien y hacer las cosas con amor.
¿Cómo te gustaría que te recordaran?
Me gustaría que me recordaran con una sonrisa y que cuando lo hicieran dijeran. Fue un ser que nunca se rindió porque el que se rinde, jamás logra sus metas.
Miguel Ángel Sánchez:
Cuando alguien parte normalmente lo recordamos por anécdotas divertidas, decimos “ era un buen hombre…….. un gran ejemplo de bondad” pero realmente acorde a esta reflexión lo que debemos buscar debemos buscar es dar ejemplo concreto de nuestro actuar en actos cotidianos.
Como personas igualmente dejaremos recuerdos de nuestras fallas o debilidades.
Si ya tengo conciencia de esto, ¿ Puedo combatir esas malas imágenes o errores cometidos?.
Yo creo que especialmente en la recta final de nuestra vida, pero durante toda ella debemos detenernos a reflexionar y tratar de enmendar nuestra actuación y buscar revertir ese recuerdo.
Tal vez nuestra mejor herencia será que puedan decir: Era un pecador, cometió muchos errores pero tuvo la virtud de reconocerlos, combatirlos y lograr revertir algunos de ellos.
Rocío Argueta:
Con relación al tema de ésta semana: me gustaría que me recordaran simplemente con una amplia y franca sonrisa; la única y más valiosa herencia que podría dejar es el amor que siempre he demostrado a la vida, el dar sin esperar a cambio, el ser agradecido, el hambre de ser mejor persona y profesional todos los días, no ofender, no lastimar, respetar… vivir dignamente, evitando espacios donde pudieran caber los arrepentimientos.
Emilio Dávalos:
Realmente no se. Por un lado no me llega a la mente la herencia espiritual que dejaria alrededor mio, pero no puedo decir que no existe tal, esto porque veo la herencia que las personas que están a mi alrededor me están dejando, tanto mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, como todas aquellas acciones que considero negativas que me sirven de ejemplo para seguir un camino diferente. Siento que es un poco como varios fenomenos que se dan en el universo, que los cientificos no pueden demostrar que existen pero saben que existen por lo que existe a su alrededor. Podria decir, que parte de mi herencia espiritual es la suma de lo que me han legado todos los que están a mi alrededor y con gusto lo comparto con mis acciones.
Fabiola Torres:
Siempre he creído que a las personas se les recuerda en mayor medida, porque su paso por la vida de los otros, dejó algo favorable o desfavorable: un ejemplo de perseverancia, de hacer el bien, de dar un buen consejo, de ayudar a los demás, por tener sentido del humor, ver la vida de manera positiva, por algún don o talento, etc. O bien, también se les recordará por lo contrario, por lo negativo, por lo que no hicieron o dejaron de hacer. Está en uno mismo decidir los hechos por los que desea ser recordado, y día día, con pequeñas acciones, dar cuenta de que nuestro paso por la vida fue de valor.
Tere Herrera:
Me gustaría
que me recordaran y dejar una herencia como Santa Teresa
“En cuanto a mí, no conozco otro medio para llegar
a la perfección que el amor...¡Amar! ¡Qué bien hecho está para eso nuestro
corazón!... (Carta 87)
Vivir de amor es darse sin medida,
sin reclamar salario aquí en la tierra.
¡Ah, yo me doy sin cuento, bien segura
de que en amor el cálculo no entra! (Poesía 17)
Amar es darlo todo, darse, incluso, a sí mismo”.
(Poesía 54)
Rosa Ma. Arias:
Tal vez no deje una cuantiosa
herencia, ni propiedades que repartir pero si te digo que cuando muera, mi
familia, amigos y conocidos me recordaran como una persona que siempre vivió de
acuerdo a los principios morales, educada, íntegra, recta, responsable y
honorable, que trató de ayudar en lo que pudo a sus familiares, amigos y
compañeros de trabajo, cumpliendo los mandamientos de la ley de Dios y
respetando las normas establecidas.
jueves, 21 de enero de 2016
Celebración Eucarística de inicio de semestre

"Todos los integrantes de la Dirección de Efectividad y
Servicios Institucionales. Que el espíritu del Señor motive y mantenga en ellos
una auténtica vocación de servicio, y sean en todo momento ejemplo de
colaboración y entrega".
"Por las intenciones
y necesidades físicas y espirituales de cada uno de los asistentes a esta
Celebración".
En un momento previo, efectuamos una breve peregrinación hacia la Capilla Universitaria, para entrar por la Puerta Santa y ganar la indulgencia de la Misericordia:
"Te ofrecemos Señor esta peregrinación, como
símbolo de nuestro caminar espiritual hacia ti. Haz que motivados por tu
espíritu, vayamos del mal hacia el bien; de la indiferencia a la participación
activa en la vida de gracia; del desconocimiento a saber dar razón de nuestra
fe; del individualismo a la vida fraterna; de la lejanía a la cercanía y
adhesión a Dios. Haz que movidos por un espíritu de caridad y entrega, seamos
fieles servidores.
Avancemos en silencio y pidamos al Padre
amoroso salir a nuestro encuentro para ganar su Misericordia. Que este
“Jubileo” represente para cada uno de nosotros un nuevo comienzo".
miércoles, 20 de enero de 2016
Reflexión de la
Semana:
Fortalecer la
conciencia con sinceridad.
El tema de la conciencia es de capital importancia, tanto para la propia persona, como en la formación de los hijos y de los que nos rodean, por estar tan estrechamente relacionado con la percepción y realización práctica de los valores morales.
La conciencia descubre el valor moral de los actos humanos, el mundo ético.
“La conciencia es el árbitro de nuestra vida, debe decirnos a nosotros
mismos, con seguridad, lo que está bien
y lo que está mal.
...El
árbitro de un partido no ha hecho el reglamento del deporte que atiende,
simplemente lo aplica: dice si las jugadas están de acuerdo con el reglamento o
no. Lo mismo sucede con nuestra conciencia, no hace la ley que regula nuestra
vida (ésta es la ley de Dios), ni tampoco hace que nuestras acciones sean
buenas o malas. Es un aviso, una voz, un recuerdo.
Pero no cualquier persona puede arbitrar un partido. Se necesita conocer bien el reglamento, estar dispuestos a ver cómo se realizan las jugadas y tener la suficiente capacidad para tomar oportunamente las debidas decisiones. Es evidente que los árbitros tienen que formarse. Una decisión equivocada puede traer fatales consecuencias en algún jugador o en todo un equipo.
De la consciencia depende una gran parte del éxito de nuestra vida: la salvación eterna. Por ello hay que formarla recta y madura, temerosa de Dios, abierta siempre al bien y a las inspiraciones del Espíritu Santo, capaz de discernir lo bueno de lo malo y de la mentira, evitando la falta de sinceridad y de autenticidad.
Hay varias señales de peligro que podemos identificar y que nos llevan a tener problemas de conciencia:
• Mentir. Decir algo contrario a la verdad con
intención de engañar. Es la ofensa más directa contra la verdad. Hablar u obrar
contra la verdad para inducir al error a quien tiene derecho de conocerla.

• Calumniar. Dañar la reputación de otros
diciendo mentiras.
• Ser doble
(Hipocresía); decir por un lado una cosa y por detrás otra.Es asesina
de toda verdad y rectitud de vida.
Empezamos a deformar nuestra conciencia cuando
admitimos, a sabiendas, pequeñas transgresiones a los deberes de nuestra vida
cotidiana, a nuestros compromisos con Dios y con el prójimo.
El que por hábito falta a la sinceridad, acaba por engañarse a sí mismo.
La falta de sinceridad empieza en la mente: piensas el qué decir, a quién decirlo, cómo decirlo, etc. Esto se va convirtiendo en un mal hábito, de modo que tú mismo empiezas a creer en tus propias mentiras. Es como una bola de nieve que cada vez se hace más grande.
Para ayudarnos a combatir estos errores debemos cultivar la virtud de la sinceridad, ¿pero cómo?
ü Procurando una identidad congruente cada vez mejor entre tu fe y tus obras. Si hay unión entre lo que piensas y lo que crees, entre lo que dices y lo que haces, estás siendo una persona auténtica.
ü Mantener la fidelidad a la palabra dada.
ü Evitar ambivalencias de cualquier género.
ü Formar a la conciencia en los principios éticos de la recta razón y en los principios cristianos del evangelio.
La formación de la conciencia es una tarea para toda la vida.
En la Constitución Pastoral “Gaudium Et Spes, Sobre la Iglesia en el Mundo Actual” encontramos un apartado dedicado a la conciencia, que dicta:
“Dignidad de la conciencia moral
16. En lo más profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que él no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello.
Porque el hombre tiene una ley escrita por Dios en su corazón, en cuya
obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado
personalmente.
La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el
que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo
de aquélla.
Es la conciencia la que de modo admirable da a conocer esa ley cuyo
cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prójimo.
La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás
hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas
morales que se presentan al individuo y a la sociedad.”
PIENSA:
¿Qué tanto te has preocupado por prepararte y formar a tu conciencia?
¿Qué tan fiel eres con tu propia conciencia?
Reflexiones.
Miguel Ángel Sánchez Ocampo
Ciertamente uno de los mayores retos interiores de nuestra
persona es formar y educar a nuestra conciencia. El freno ante la tentación o
el mal actuar, el buen consejero, el arbitro justo, son algunos de los
calificativos que nuestra conciencia adquiere al fortalecerse.
La madurez; el respeto a nosotros mismos, al prójimo y sobre
todo al deber ser moral y social, son elementos muy importantes que siempre
tenemos que considerar antes de tomar una decisión de nuestro actuar.
Trabajemos diariamente como si fuera un programa de ejercicio
físico el fortalecer y desarrollar nuestra conciencia.
Una pequeña frase ilustra a quienes están a dieta y deben tener
firmeza: ¿Como saber si debo comer algo? Muy sencillo: ¿Sabe rico? No te lo comas
engorda.
En el caso de nuestra conciencia podríamos decir: Al pensar hacer o
no hacer algo, tu cabeza o tu cuerpo reaccionan con malestar, escalofrío o
mariposas en la panza, puede ser que tu conciencia te esté
avisando que algo no está bien.
¡Escúchala!
Edith Juárez Martínez
Sin duda la conciencia es un acto psíquico, una propiedad del
espíritu humano que permite reconocer los atributos esenciales, del
conocimiento reflexivo de las cosas que es accesible únicamente para el propio
sujeto.
La conciencia es el acto que nunca pasa desapercibido,
algo a lo que no podemos escapar, pero sin duda es nuestra mejor aliada,
si hacemos algo mal es la primera que nos avisa y lo que primero debemos tener
en cuenta para poder reflexionar sobre nuestros actos.
Todos deberíamos hacer un examen de conciencia al final del día
para observar lo que hicimos y la manera de mejorarlo o corregirlo según sea el
caso.
José Manuel Ávila López
José Manuel Ávila López
Nuestro deber día a día es seguir madurando y alimentando nuestra conciencia y espíritu en nuestro actuar diario, tomando como pilares los valores y exhortaciones que Dios por medio de su palabra nos muestra y el legado y ejemplo que dejó por su paso en esta tierra su hijo Jesucristo además de la ayuda del espíritu santo nos ilumine conforme a su perfecta voluntad.
Todo efecto positivo en nuestro entorno será resultado de nuestra conducta con una conciencia sana y alineada a los propósitos de nuestro Dios para nuestra vida lo cual es fruto de la obediencia de la ley de Dios echa carne en nuestros corazones.
Las Acciones valen más que mil palabras y que mejor que estén filtradas por una conciencia regida por la voluntad de DIOS.
Mercedes Karam Trad
Mercedes Karam Trad
Efectivamente en nuestra Mente Conciencia, es
muy importante, controlar nuestros pensamientos, y programar y educarla para
nunca agredir a nadie ni a nosotros mismos.
Cuando nosotros amamos a Dios y llevamos sus enseñanzas,
nuestra conciencia obedece a esas enseñanzas, por lo tanto no se cometen esos desvaríos, pero es muy fácil caer en el
error, y a todos nos pasa en algún momento de nuestro día a día.
Un ejercicio que yo practico siempre, para mi conciencia y
mis pensamientos hacia los demás, es ver el ROSTRO DE JESUCRISTO en cada una de las personas con quien convivo día a día, y es un
consejo que les brindo, y verán que ya no es fácil, CRITICAR,
JUZGAR, MENTIR, ETC.
Claro, si de verdad amamos a Nuestro Señor…
Los
invito a llevar a cabo éste ejercicio durante su caminar en esta vida.
Cuesta trabajo no es fácil, pero tampoco imposible.
Emilio Dávalos Miaja
Siento que la conciencia va creciendo con nosotros de la misma manera en que maduramos hacia una persona adulta. La conciencia va madurando al ir sintiendo empatía con las demás personas, al conocer las consecuencias que generan nuestros actos o los actos de ajenos.
Posiblemente de muy chicos no llegamos a entender en toda su plenitud, el dolor que puede llegar a generar el hombre hacia otra persona, o animales, o al mismo planeta y en algunos de los casos solo vamos imitando los que nos enseñan; pero al entender lo frágil que somos y el daño que se puede hacer con nuestras acciones, nuestra propia conciencia crece y madura con nosotros, generando raíces profundas y afectando nuestras acciones diarias.
Virginia Franco Parkman
Emilio Dávalos Miaja
Siento que la conciencia va creciendo con nosotros de la misma manera en que maduramos hacia una persona adulta. La conciencia va madurando al ir sintiendo empatía con las demás personas, al conocer las consecuencias que generan nuestros actos o los actos de ajenos.
Posiblemente de muy chicos no llegamos a entender en toda su plenitud, el dolor que puede llegar a generar el hombre hacia otra persona, o animales, o al mismo planeta y en algunos de los casos solo vamos imitando los que nos enseñan; pero al entender lo frágil que somos y el daño que se puede hacer con nuestras acciones, nuestra propia conciencia crece y madura con nosotros, generando raíces profundas y afectando nuestras acciones diarias.
Virginia Franco Parkman
Es importante mantener la conciencia de acuerdo a nuestra
integridad personal, siempre debemos buscar esta fidelidad de acuerdo a nuestro
corazón, a nuestra integridad. Debemos tener muy en cuenta el actuar de acuerdo
al amor a DIOS y a nuestro prójimo. A veces es difícil mantenerla por la
actitud de los demás, eso debe ser problema de ellos. Debemos prepararnos día
a día para formar nuestra conciencia y NO permitir que tome caminos torcidos,
es mucho más fácil seguirlos que OBRAR correctamente; por eso nuestro esfuerzo
debe ser mayor y no caer en tentaciones.
Teresita González Herrera
Teresita González Herrera
“Felices son los que tiene conciencia de su necesidad
espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos” Jesús de
Nazaret
“La gracia no es parte de la conciencia, es la cantidad de luz
en nuestras almas, ni el conocimiento ni la razón” Papa Francisco
lunes, 11 de enero de 2016
Sesión de inicio: Programa de Crecimiento en la Espiritualidad ene-jun'2016
Nos reunimos el 8 de enero para conocer y comentar el sentido del Programa enero-junio'16, sus objetivos y los medios para alcanzarlos.
Reflexionamos sobre:
Reflexionamos sobre:
- ¿Cuándo hablamos de espiritualidad a que nos referimos?
- ¿En dónde y cómo se expresa nuestro nivel de desarrollo espiritual?
- La espiritualidad, tema de investigación en las universidades.
- ¿Es algo nuevo en la universidad anáhuac?
- PERFIL DEL PERSONAL ANÁHUAC.
- ¿por qué es necesario trabajar en nuestro desarrollo espiritual?
- "¿Quién soy yo?“, "¿Por qué estoy aquí?" ,"¿Qué es lo que realmente importa?".
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