miércoles, 9 de diciembre de 2015

Concurso de "Nacimientos"

Varios integrantes de la Dirección trabajaron durante noviembre y principios de diciembre, en el diseño y elaboración de este formidable Nacimiento "con compromiso social", a partir de materiales reciclables: papel, cartón, plástico, CD's, etc.

El 8 de diciembre el Comité Evaluador del Concurso Institucional, nos visitó para su valoración.


¡Felicidades a todos los creativos que participaron!

Clau y Angie preparando las esferas...



Los Reyes Magos, José, María y Jesús... algunos ángeles, camello, pastor y el árbol de CD's. Muchas mentes creativas participaron: Clau, Isa, Emilio, Darío, Maru, etc... ¡muchos  más!
 




Un acercamiento al estilo "vitral" con papel, del ingenio de la "niña Isa"





Compartamos a los jueces en qué consistió todo...    





El equipo en la visita de los jueces:

lunes, 7 de diciembre de 2015

Mensaje para reflexión: Tres árboles sueñan.

Érase una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles amigos que soñaban en grande sobre lo que el futuro deparaba para ellos.
El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas. Yo seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo".
El segundo arbolito observó un pequeño arroyo en sus camino hacia el mar y dijo: "Yo quiero viajar a través de mares inmensos y llevar a reyes poderosos sobre mí. Yo seré el barco más importante del mundo". El tercer arbolito miró hacia el valle y vio a hombres agobiados de tantos infortunios, fruto de sus pecados y dijo: "Yo no quiero jamás dejar la cima de la montaña. Quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se detenga a mirarme, levantarán su mirada al cielo y pensaran en Dios. Yo seré el árbol más alto del mundo”. Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles se convirtieron en majestuosos cedros. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo: "¡Qué árbol tan hermoso!", y con la arremetida de su brillante hacha el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, voy a contener tesoros maravillosos", dijo el primer árbol.
Otro leñador miró al segundo árbol y dijo: "¡Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí!". Y con la arremetida de su brillante hacha, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé navegar mares inmensos", pensó el segundo árbol, "Deberé ser el barco más importante para los reyes más poderosos de la tierra".
El tercer árbol sintió su corazón hundirse de pena cuando el último leñador se fijó en él. El árbol se paró derecho y alto, apuntando al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba, y dijo: "¡Cualquier árbol me servirá para lo que busco!". Y con la arremetida de su brillante hacha, el tercer árbol cayó.
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó al taller, pero pronto vino la tristeza. El carpintero lo convirtió en una mero pesebre para alimentar las bestias. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni contuvo piedras preciosas. Fue solo usado para poner el pasto.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero. Pero no estaba junto al mar sino a un lago. No habían por allí reyes sino pobres pescadores. En lugar de convertirse en el gran barco de sus sueños, hicieron de él una simple barcaza de pesca, demasiado chica y débil para navegar en el océano. Allí quedó en el lago con los pobres pescadores que nada de importancia tienen para la historia.
Pasó el tiempo. Una noche, brilló sobre el primer árbol la luz de una estrella dorada. Una joven puso a su hijo recién nacido en aquel humilde pesebre. "Yo quisiera haberle construido una hermosa cuna", le dijo su esposo. La madre le apretó la mano y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba al niño que apaciblemente dormía sobre la paja y la tosca madera del pesebre. "El pesebre es hermoso" dijo ella y, de repente, el primer árbol comprendió que contenía el tesoro más grande del universo.
Pasaron los años y una tarde, un gentil maestro de un pueblo vecino subió con unos pocos seguidores a bordo de la vieja barca de pesca. El maestro, agotado, se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente sobre el lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta se abatió sobre ellos. El segundo árbol se llenó de temor pues las olas eran demasiado fuertes para la pobre barca en que se había convertido. A pesar de sus mejores esfuerzos, le faltaban las fuerzas para llevar a sus tripulantes seguros a la orilla. ¡Naufragaba! ¡Qué gran pena, pues no servía ni para un lago! Se sentía un verdadero fracaso. Así pensaba cuando el maestro, sereno, se levanta y, alzando su mano dio una orden: "calma". Al instante, la tormenta le obedece y da lugar a un remanso de paz. De repente el segundo árbol, convertido en la barca de Pedro, supo que llevaba a bordo al rey del cielo, tierra y mares.

El tercer árbol fue convertido en sendos leños y por muchos años fueron olvidados como escombros en un oscuro almacén militar. ¡Qué triste yacía en aquella penuria inútil, qué lejos le parecía su sueño de juventud! De repente un viernes en la mañana, unos hombres violentos tomaron bruscamente esos maderos. El tercer árbol se horrorizó al ser forzado sobre las espaldas de un inocente que había sido golpeado sin misericordia.
Aquel pobre reo lo cargó, doloroso, por las calles ante la mirada de todos. Al fin llegaron a una loma fuera de la ciudad y allí le clavaron manos y pies. Quedo colgado sobre los maderos del tercer árbol y, sin quejarse, solo rezaba a su Padre mientras su sangre se derramaba sobre los maderos. el tercer árbol se sintió avergonzado, pues no solo se sentía un fracasado, se sentía además cómplice de aquél crimen ignominioso. Se sentía tan vil como aquellos blasfemos ante la víctima levantada. Pero el domingo en la mañana, cuando al brillar el sol, la tierra se estremeció bajo sus maderas, el tercer árbol comprendió que algo muy grande había ocurrido. De repente todo había cambiado.
Sus leños bañados en sangre ahora refulgían como el sol. ¡Se llenó de felicidad y supo que era el árbol más valioso que había existido o existirá jamás pues aquel hombre era el rey de reyes y se valió de el para salvar al mundo! La cruz era trono de gloria para el rey victorioso. Cada vez que la gente piense en él recordarán que la vida tiene sentido, que son amados, que el amor triunfa sobre el mal. Por todo el mundo y por todos los tiempos millares de árboles lo imitarán, convirtiéndose en cruces que colgarán en el lugar más digno de iglesias y hogares. Así todos pensarán en el amor de Dios y, de una manera misteriosa, llegó a hacerse su sueño realidad. El tercer árbol se convirtió en el más alto del mundo, y al mirarlo todos pensarán Dios.
FIN


REFLEXIONES

María Cristina
Hola!
Qué bonita reflexión!, yo no puedo hablar de un árbol en específico, creo que a lo largo de nuestras vidas,  todos soñamos con un futuro y el paso del tiempo, cambia nuestros caminos y nos lleva a hacer cosas que nunca imaginamos. Lo importante es ir encontrando lo que Dios nos tiene destinado, que al final y sin darnos cuenta es la misión que nos hará ser mejores personas. Si la afrontamos convencidos de que los tiempos de Dios  los nuestros no son los mismos, veremos que nunca se equivoca y que allí donde nos ha puesto podremos  ser los mejores. 

Luis Manuel:
Me gustó mucho el relato, y me recordó a cuando nosotros mismos hacemos planes de esto y lo otro, pero las cosas suceden de una manera distinta, sin embargo, poco a poco nos damos cuenta de que no pudieron suceder de una manera mejor. El camino en que Dios nos puso tiene justo lo que necesitamos, todas las lecciones que nos esperan en nuestro recorrido nos enseñan todo lo que debemos aprender para que al final podamos abrir nuestro corazón al amor, al perdón,  a Dios.


Que dicha la de esos tres árboles, sin embargo, la dicha de ser hijo de Dios ya es extraordinaria.

Emilio:
 Es interesante la historia del tercer arbol, el cual queria ser un ejemplo para el observador al solo ser, pero se vuelve en un ejemplo al convertirse en algo más, y algo más que al principio ni siqueira entendia.


Vicky:
Me encantó, tiene mucho de nuestra vida diaria y de nuestro quehacer diario; en general todos soñamos con realizar hazañas importantes y muchas veces las hacemos sin darnos cuenta, en nuestro entorno, simplemente el ser ejemplo diario; a mí los tres me parecen importantes, aunque desde luego todos quisiéramos ser el tercer árbol, pero el haber tenido al niño Jesús en su regazo o permitir sortear los mares, son también importantes. No sabemos cuál es nuestra misión en la vida, lo importante es estar preparados para hacerlo lo mejor posible desde el AMOR.

Las reflexiones semanales nos permiten hacer un alto en el camino y reflexionar por nuestras acciones diarias.

Angie:
En lo personal me gusto la reflexión de los tres árboles, una forma muy positiva de hacer una reflexión de lo que uno desea y quiere hacer. 

Cinefórum: "Cadena de Favores"

Cinefórum: "Cadena de Favores"


El pasado 4 de diciembre a las 13:00 hrs. tuvimos el gusto de compartir la película "Cadena de Favores" en el auditorio de Pastoral.


Es una conmovedora historia de la que rescatamos valores muy importantes como la caridad, la generosidad y el perdón.

También nos enseña sobre el no perder la Fé, y sobretodo, creer en la bondad del prójimo, no perder la esperanza de que los buenos actos pueden tocar el corazón de las personas y cambiarles la vida.

El presentador, Ricardo Morales, nos hizo reflexionar sobre los mensajes y enseñanzas de la película y nos ayudó a identificar los elementos que podemos rescatar para aplicarlos a nuestra vida cotidiana, y nos llevó a relacionar con nuestros principios cristianos las lecciones de la película.

Gracias a todos los que asistieron y disfrutaron esta experiencia.





miércoles, 2 de diciembre de 2015

Club de Lectura, "Un Cuento de Navidad"

Club  de Lectura


Un cuento de Navidad.

El relato fue publicado el diecisiete de Diciembre de 1843.

A pesar del paso del tiempo, la historia sigue siendo vigente y cautivando personas de todas las edades.

El manuscrito original fue adquirido por el fundador de la Morgan, Pierpont Morgan, a finales el siglo XIX. En cuanto al manuscrito propiamente dicho, Declan Kiely, el experto en manuscritos y estudios literarios de la Morgan, ha dejado claro en sus declaraciones lo que podemos encontrar:

Lo más asombroso es ver el proceso creativo de Dickens. Se le puede ver escribiendo muy deprisa y con mucha energía, porque escribía bajo la presión de tener que entregar el libro justo para el inicio de la época navideña.

Según este mismo experto fue Dickens, con esta obra, el "culpable" del concepto actual de Navidad, convirtiéndose en algo más comercial que religioso. 

Siguiendo con sus declaraciones, nos da más detalles del contenido mismo:


Se pueden ver tachaduras y apuntes con un habitual movimiento de la pluma en cursiva de Dickens, con los que lucha por ser conciso y ganar intensidad y efectividad en el manuscrito.


Comentarios 

"La historia nos invita a reflexionar sobre el valor de la caridad."

"Es importante notar como se trata de expresar un punto de vista contra el materialismo llevado al extremo"

"Se rescata la situación de las diferencias sociales y cómo se invita a la generosidad."

"Estas fechas cercanas a la Navidad nos invitan siempre a reflexionar sobre como podemos aplicar en nuestras vidas las enseñanzas de historias así"







Mensaje para Reflexionar "ADVIENTO"



ADVIENTO. 

La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.


El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad:

-  Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

-  Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

-  Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creído en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás.

En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.


  


La corona de adviento se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada domingo de adviento encendemos una vela más hasta llegar a la Navidad.

La vela rosa corresponde al tercer domingo y representa el gozo.

Mientras se encienden las velas se hace una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena.
Si no hay velas de esos colores aún se puede hacer la corona ya que lo más importante es el significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del Mundo.

Origen: La corona de adviento encuentra sus raíces en las costumbres pre- cristianas de los germanos (Alemania). Durante el frío y la oscuridad de diciembre, colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera. Pero la corona de adviento no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas.

Nueva realidad: Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.».

La luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad. Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."

En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.

Las ramas de verde perenne recuerdan Jesús es la luz eterna. En los países fríos se escogen ramas de los árboles que no pierden sus hojas en el invierno, para simbolizar que Dios no cambia.

El círculo nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.

 ¿Cómo vivir el Adviento?

El adviento es un tiempo de reflexión, de preparación, de esperanza. Prepárate para la navidad revisando cómo ha sido tu vida y planeando qué puedes hacer para mejorar.

Algunas recomendaciones:

ü  Pregúntate no sólo que pasa a tu alrededor, sino qué tendría que pasar y qué tendrías que hacer aquí y ahora para cumplir con la voluntad de Dios.

ü  Descubre la huella de Dios en tu corazón y en tu historia, reconoce todo lo que te ha brindado y agradécelo sinceramente.

ü  No te desanimes, haz tu mejor esfuerzo en todo lo que hagas y contribuye con tu granito de arena en las labores que te tocan.

ü  Dile un a los actos de caridad y generoso, el adviento es la mejor época para contribuir con los demás.

ü  Recuerda que el adviento es un tiempo de reconciliación, y la reconciliación te brinda paz.

ü  Intensifica tus esfuerzos por mostrar amor a tu familia.


Referencias:





Reflexiones.


Rosa María Arias Noriega
El Adviento comprende los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Es una época de alegre esperanza, de espera, de preparación para la venida del Hijo de Dios.
En ocasiones, algunos católicos equivocan el significado de esta palabra. A muchos solo les importa: las fiestas, las vacaciones, los regalos, etc.  y no el verdadero significado de esta época que es abrir las puertas de nuestro corazón para recibir al Redentor con la familia.

Durante estos días debemos prepararnos para el nacimiento de Jesús teniendo una actitud de fe, que nos sensibilice para descubrir que Él está presente entre nosotros, siendo un tiempo de conversión, aprovechando este tiempo para apoyar a los menos  afortunados y sobretodo que en uno se genere un cambio positivo que tenga continuidad a lo largo del próximo año.